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Historia del Pan

Desde Horno Granados Ruz queremos compartir con todos nuestra pasión por lo que hacemos. El pan es responsable en gran medida de nuestra prevalencia en la tierra como especie. Dentro de esa historia nosotros llevamos solo 18 años trabajando desde nuestro horno artesano, ofreciendo a nuestros clientes y consumidores los mejores picos y regañás antequeranos, utilizando técnicas artesanas e ingredientes naturales de nuestra tierra.

El pan ha sido el alimento básico de la Humanidad desde la prehistoria. Los inicios del pan seguramente habrán sido una masa de granos molidos y ligeramente humedecida, que podría haberse cocido al sol o sobre una piedra caliente. Su nombre proviene del latín pannus lo que significa masa blanca.

Los primeros panes estarían hechos con harinas de bellotas o de hayucos. Arqueólogos han encontrado fragmentos de pan ácimo en yacimientos de poblados cercanos a los lagos suizos. Las primeras levaduras utilizadas en el pan datan de los egipcios, así como el uso de hornos. Se sabe que los egipcios elaboraban pan desde la antigüedad. Se cree que descubrieron la fermentación por casualidad. Era tan importante que se consideraba una moneda para pagar los jornales. Se han encontrado restos de pan plano que datan de unos 4000 años antes del comienzo de la agricultura, elaborados con tubérculos y cereales silvestres.

En Roma, ya durante la República, había hornos públicos. Para los legionarios romanos el pan era un alimento habitual en su dieta junto con las aceitunas. Se les entregaba tres libras de trigo diarias, que trituraban en un molinillo de mano compartido. De la harina se hacía un pan con forma de rosca y se horneaba para hacer pan. En algunas regiones como las actuales Alemania o Suecia, antiguos combatientes del ejército romano adoptaban el consumo de pan y así se extendía en esas regiones. El fuerte consumo de pan durante el Imperio romano implicó la gran importancia que tuvo el cultivo y comercio del trigo.

Tras el Imperio romano se produjo un desabastecimiento de trigo en casi toda Europa, que ya se había acostumbrado a su consumo. Las exportaciones hacia el norte desaparecieron por completo. En Escandinavia, ante la escasez de trigo, la población tuvo que acostumbrarse a elaborar panes de centeno y de cebada, siendo corriente que se le añadiese a la masa corteza de pino molida.

En la Edad Media ya se elaboraban distintos tipos de pan y comienza su comercio. El pan blanco era un privilegio de los ricos, y el pan negro de cebada, centeno o avena, era para el resto de la población. Se hacía a mano, en el propio hogar o en hornos públicos. El pan dejó de ser el elemento básico del régimen del conjunto de la población y se impuso una mayor variedad de productos que permitía un mejor equilibrio alimenticio. En la elaboración del pan empezó a emplearse algún tipo de maquinaria. Una de las elaboraciones más típicas eran las sopas: pan remojado en un líquido.

El pan beneficiándose de mejoras en la forma de ser molido y horneado para su desarrollo industrial en una producción fuera del hogar. En la actualidad la maquinaria facilita en gran medida el trabajo haciendo que el pan carezca de penosas tareas; se emplean amasadoras, hornos automáticos, transportadoras, enfriadoras, cortadoras y hasta máquinas para envolver.

Nosotros fabricamos picos y regañás, aportando con orgullo a la tradición andaluza y española estas dos maravillas entre nuestros panes nacionales. Además Antequera tiene una historia muy ligada a la fabricación de estos productos, utilizando materias primas autóctonas, como la harina, el aceite de oliva virgen extra o el ajonjolí.